¿Por qué usamos Netflix?

La plataforma de video bajo demanda cuenta ya con más de cien millones de suscriptores y aunque la competencia siempre parece una amenaza cada vez son más las personas que consumen su contenido ¿Por qué tiene tanto éxito? ¿Se puede explicar por qué las personas pueden pasar horas frente a una pantalla?

Aunque sea la plataforma estrella de los consumos audiovisuales en la actualidad, Netflix no es una creación reciente. Sin embargo, pocas personas que actualmente la usan podrían reconocer a aquel portal de internet que apareció hace más de veinte años para cambiar la forma de consumir series y películas.

Una web-delivery de DVDs

Desde su creación en agosto de 1997, la empresa cambió su fuente principal de ingresos pero siempre se mantuvo al frente de la innovación: comenzó como una empresa de alquiler a domicilio de DVDs cuando estos empezaban a reemplazar al VHS, fue pionera en la implementación de un sistema de puntuación digital que le permitía conocer a sus clientes y recomendarle nuevos títulos y fue uno de los primeros sitios web en apostar al streaming bajo demanda.

El crecimiento de la plataforma es innegable. En 1999 lanzó su modelo de suscripción. Diez años después, en 2009, ya contaba con 10 millones de suscriptores y hoy, a veinte años de esa innovadora propuesta, ya son más de 100 millones. Aunque al principio estuvo enfocada en la distribución de producciones ajenas, desde el 2013 Netflix se convirtió también en una productora que ha cosechado éxitos como House of Cards o la más reciente Stranger Things.

De «tanques» y competencias

Durante estos 22 años de vida, la plataforma vio pasar competencia de toda clase e importancia. Cuando se dimensionó que el negocio de alquiler de DVDs por correos era rentable, varias empresas comenzaron a hacerlo, Blockbuster y Wal-Mart entre ellas. 

Compitió por mucho tiempo con otras plataformas de streaming (de pago o no) y a partir de este año enfrentará un nuevo reto: en noviembre, la gigante The Walt Disney Company pondrá en línea Disney+, una plataforma de video bajo demanda que tendrá a disposición de quien quiera suscribirse los contenidos de Marvel, Pixar, Star Wars y Fox (con las treinta temporadas de Los Simpson incluidas), entre otros.

¿Fundadores? de la «maratón» web de series

Sin duda, Netflix transformó la forma de consumir contenidos audiovisuales, o por lo menos ayudó a hacerlo. El sistema de recomendación implementado casi desde el comienzo se fue perfeccionando hasta ofrecer una experiencia de usuario difícil de encontrar en otras plataformas. La idea de ya no pagar por un contenido en particular sino por una oferta global de muchos títulos también tiene en la plataforma su sustento.

Las causas del éxito son difíciles de explicar aunque algunos afirman que se basa en cuatro pilares: el lenguaje de las series que hablan de forma directa y sin eufemismos sobre temas que no habían sido explorados en otro momento, las emociones que despiertan los contenidos enfocados en problemas sociales actuales, la narrativa y la variedad.

Según investigadores, esta forma de consumo no nació con Netflix. Tal es el caso del doctor en Comunicación Leonardo Murolo, quien afirma que «los cambios en el consumo audiovisual tienen más que ver con dinámicas sociales y prácticas culturales que con determinaciones propias de las tecnologías».

Lo que antes podía verse en plataformas «piratas» hoy se elige en Netflix porque brinda muchas facilidades a un costo relativamente bajo. La afirmación de Reed Hastings, presidente y creador de la plataforma, parece ir de la mano con esa idea ya que fue él quien afirmó que a ellos no les preocupa la piratería porque hay un público acostumbrado a consumir contenido en internet y la forma más sencilla de hacerlo es mediante Netflix.

Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, hay quienes todavía ponen en duda si la plataforma es capaz de orientar de manera determinante los consumos de las personas. «Maratonear» es una actividad ligada fuertemente a ella, que consiste en mirar un capítulo atrás de otro hasta terminar una serie o ver varias de ellas en un mismo día, fin de semana o lapso de tiempo determinado. El algoritmo del sitio favorece ello, reproduciendo automáticamente el próximo capítulo y recomendando series similares.

A fines del año pasado, el Instituto Nacional de Salud Mental y Neurociencias de la India trató a un paciente de 26 años que se había vuelto adicto a Netflix y pudieron comprobar que, al estar desempleado, este consumo era una forma de escapar de su realidad. Sin embargo, los síntomas no era solo mentales: fatiga, tensión ocular y patrones anormales de sueño fueron cosas concretas que comenzaron a afectar su vida.

Según Diego Redolar, experto en Neurociencia y Psicobiología, una «maratón» de series «genera dopamina en el cerebro. La disponibilidad inmediata de toda una serie completa activa el refuerzo del sistema nervioso y hace que sigamos viendo para mantener el placer que sentimos en ese momento«.

Mucho se seguirá investigando y escribiendo acerca de Netflix. La plataforma ha hecho méritos para que así sea, incluso marcando el camino para sus competidores. Por lo pronto, nada parece indicar que estemos cerca de dejar de usarla.