En cuatro cárceles bonaerenses los internos producen las verduras que consumen

En la Unidad 12 de Gorina están alojados 180 internos. Se trata de un penal en el que los privados de libertad cumplen la última parte de sus condenas en dos regímenes: semiabierto y abierto.

En esa cárcel se llevó, días antes, una recorrida de autoridades para dejar inauguradas las reparaciones realizadas en tres invernáculos, donde los internos bajo la dirección de agentes penitenciarios especializados en huerta, se capacitan en la producción de hortalizas y verduras para su consumo.

Uno de los invernáculos sirve de almácigo, donde las semillas son sembradas en un ámbito cuidado hasta que se convierten en plantines. Así es como se logra tener tomates cherry, ají vinagre, pimientos y zapallitos.

En los otros dos invernáculos y a cielo abierto se siembran el resto de las verduras: acelga, espinaca, tomate, pepino, brócoli, lechuga, remolacha, verdeo, berenjenas, repollo, rabanito, rúcula, maiz y plantas aromáticas, con la participación activa de una veintena de internos.

El Ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, se refirió al emprendimiento y dijo que “reforzar el trabajo y la educación en las unidades penales es uno de los objetivos puntuales que tenemos, y que claramente encomendó a nuestro equipo la gobernadora María Eugenia Vidal”.

Los privados de libertad comienzan a trabajar en la quinta a las 7 de la mañana bajo la supervisión de Rodrigo Campomar y Diego Fernández, dos integrantes del Servicio Penitenciario que los capacitan en todo lo referido a la producción de vegetales.

La superficie cultivada es de una hectárea y se entregan cerca de 300 kilos de verdura por semana, con lo que se autoabastece al 70 por ciento de la población carcelaria, y se estima que durante el próximo año la autosustentabilidad alcanzará el 100 por ciento.

En la cárcel de Melchor Romero hay un invernadero, tipo doble capilla, de 15 metros de frente por 51 metros de largo y un sector de aproximadamente 30 metros de frente por 50 metros de largo, para la producción de verduras y hortalizas a campo.

En lo que respecta a las hortalizas, se sembraron espinaca, tomate platense, berenjena y ají vinagre. Junto con el inicio de la producción de vegetales se reacondicionó un sector de aproximadamente 20 metros cuadrados, para comenzar con una producción de vivero de plantas ornamentales.

En la Unidad 15 participa de manera muy activa la agencia de INTA de la zona. Esta agencia aportó semillas, capacitación y el seguimiento productivo de manera semanal, permitiendo el desarrollo de varias huertas las cuales suman una superficie aproximada 2,5 hectáreas de donde participan alrededor de 70 internos.

Desde la Dirección de Trabajo Penitenciario se aportaron: herramientas, como azadas, palas ancha y de punta, zapines, carretillas, mochilas parta fumigar, mangueras y semillas hortícolas; todos los materiales para la construcción de un invernadero de doble capilla de 15 metros de frente por 50 metros de largo (madera, nylon, clavos y alambre); una bomba sumergible de 3,5 hp y las cañerías y mangueras necesarias para realizar la derivación del riego.

Como resultado del trabajo colaborativo y en conjunto entre las dependencias, actualmente en Batán se produce puerro, cebollas, albahaca, perejil, cilantro, acelga, ciboullete, achicoria, rabanito, perejil, grilo, tomate, berenjena, acelga, repollo colorado y blanco, zapallito tipo tronco, zapallo anco, y lechuga.

En tanto, en la Unidad 27 se posee una superficie útil de media hectárea, de la cual la mayoría se trabajan a campo abierto. En colaboración con el personal a cargo de la huerta personal de la Agencia INTA de la zona, aporta semillas y capacitación a los internos participantes.