Consejos prácticos para evitar el descontrol alimentario en cuarentena

Tips faciles para evitar el descontrol alimentario en cuarentena

Sabemos -y diversas encuestas ya lo han demostrado- que nuestra forma de comer ha cambiado durante la cuarentena. Aumentamos el tamaño de las porciones, existe mayor picoteo entre comidas, se perdieron las rutinas, aumentó el consumo de alcohol y el comer emocional nos lleva a buscar alimentos ricos en azúcar y grasa.

Expertos de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) advirtieron que el aislamiento prolongado que demanda la pandemia, genera angustia y ansiedad y reduce la disponibilidad de alimentos saludables para consumir.

Es que según los datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación, seis de cada diez personas (61,6%) mayores de 18 años están excedidas de peso, valor que se distribuye en un 36,3% con sobrepeso y 25,3% con obesidad, tendencia que viene en permanente aumento desde la realización del primer relevamiento en 2005. Además, más de la mitad (56,9%) admitió que ganó peso durante la cuarentena.

A continuación, algunos tips fáciles y prácticos que te pueden ayudar a evitar el descontrol alimentario.

  1. Un plato es la porción justa. Si hay más, vas a comer de más. Si cocinaste y sobró, no lo lleves a la mesa. Guardalo o freezalo. Esto te va a ayudar a controlarte frente a un estímulo placentero como es la comida. Cuando se terminó el plato, se termina la comida.
  2. Toma dos vasos de agua antes de cada comida. Además de hidratarte, el líquido genera sensación de saciedad.
  3. Ahora que llega el frío, suma diferentes sopas y caldos caseros. Aprovecha verduras de estación, y utiliza aquellas que te van quedando para evitar desperdicios.
  4. Suma una porción de lo que más te guste en el día. Por ejemplo, un dulce al día de menos de 150 calorías. Comelo cuando estés de buen humor, porque si lo hacés para calmar emociones negativas, dejan una huella en tu cerebro y cada que vez que sientas la misma emoción irás a buscar comida. Recordá que las emociones te guían, no las tapes con comida.
  5. Suma movimiento a tu rutina. No lo pienses como “me tengo que poner a hacer gimnasia”. Las tareas cotidianas cuentan: limpiar la casa, jugar con tus hijos, cocinar, subír y bajar la escalera en vez de utilizar el ascensor, hacer pausas activas luego de estar varias horas frente a la computadora o el televisor. Lo importante es que muevas un poco mas tu cuerpo y puedas sostenerlo en el tiempo.

La recomendación, es empezar de a poco a generar estos cambios, con metas claras y objetivos concretos que te permitan seguir avanzando constantemente para tener un cuerpo sano. Olvidate de presionarte con grandes restricciones para alcanzar metas rápidas. Eso puede generar ansiedad y frustración y el efecto boomerang rebotar en el peso y engordar en vez de adelgazar.