La jornada dominguera marcó el cierre del 53° Campeonato Sudamericano de Atletismo en el Centro Olímpico de Sao Paulo. A pesar de algunas ausencias relevantes de último momento, la Selección Argentina tuvo una brillante presentación, logrando su mejor actuación en esta competición en los últimos tiempos. En la prueba final de relevos 4×400, la presencia de Julián Gaviola aseguró una meritoria medalla de bronce para el equipo argentino.
El relevo 4×400, tradicionalmente emocionante, no defraudó en esta ocasión. La lucha por el oro se dio entre Brasil y Venezuela, y solo el fotofinish pudo revelar la imperceptible diferencia a favor de Venezuela, quienes se llevaron la medalla dorada con un tiempo de 3:04.14, apenas una centésima por delante de Brasil.
La formación argentina era casi la misma que había impresionado en el Sudamericano U23 de Cascavel, con Pedro Emmert en el primer turno, Bruno De Genaro en el segundo y Matías Falchetti en el tercero. Sin embargo, debido a una lesión lumbar de Falchetti, Julián Gaviola, ochocientista quilmeño, tomó su lugar en la carrera final. Con gran entrega y una velocidad imponente, Gaviola logró un parcial por debajo de los 45 segundos, asegurando la medalla de bronce para Argentina con un tiempo de 3:05.76, el segundo mejor registro en la historia del atletismo argentino.
En total, Argentina sumó 6 medallas de oro, 4 de plata y 4 de bronce, revirtiendo el rendimiento de los dos eventos anteriores. Esta destacada actuación se traduce como la mejor cosecha para el atletismo argentino en las últimas tres décadas, siendo comparable a los logros alcanzados en Asunción 2017. El país consiguió el segundo puesto en el puntaje de hombres, el quinto en damas y se ubicó en el cuarto lugar en el puntaje conjunto, superando a otros países de la región.
Con esta actuación alentadora, Argentina se posiciona como una fuerza competitiva en el atletismo sudamericano, mostrando un gran potencial para futuras competiciones internacionales.