En tan solo una semana, los precios de la carne en hacienda alcanzaron un máximo de $1.900 por kilo, experimentando un incremento del 50% en comparación con el mismo día de la semana anterior. Este aumento podría traducirse en un impacto significativo en los valores de venta al público, especialmente considerando la eliminación del programa «Precios Justos» y el retorno del mercado a la dinámica de oferta y demanda.
Empresarios del sector anticipan que, aunque los traslados a las góndolas pueden demorar algunos días, es inevitable que lleguen y tendrán un impacto sustancial. A pesar de afirmar que una parte del aumento podría ser absorbida por la cadena, reconocen que el impacto será considerable. Además, las medidas anunciadas por el ministro Luis Caputo podrían contribuir a un aumento adicional en la inflación, elevando el precio promedio del kilo de carne a niveles inéditos, llegando a los $12.000, según algunas estimaciones.
Los costos de engorde, el precio del maíz, y el impacto del precio del gasoil en el sector agrícola son factores que contribuyen a este aumento. Expertos advierten que estos incrementos, sumados a las medidas económicas recientes, podrían significar un duro golpe para los bolsillos de los argentinos. El economista Salvador Di Stefano señala que el kilo de asado podría alcanzar los $10.000 en los próximos días.
El mercado, en última instancia, determinará los precios finales tanto por la oferta como por la demanda. La menor oferta de carne, combinada con las subidas de precios inducidas por la inflación, están contribuyendo al alza actual. Desde la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), se destaca que los precios de los animales comercializados en el mercado de Cañuelas han registrado un aumento del 240,9% en relación a noviembre de 2022, reflejando la suba provocada por factores como los dólares agro y el salto devaluatorio post-PASO.
La situación marca un quiebre entre dos escenarios, con un cambio notorio a partir del segundo semestre del año. Se espera que estos incrementos en los precios de la carne generen preocupación entre los consumidores y planteen nuevos desafíos económicos en el país.